viernes, agosto 26, 2005

Mis ladrillos

Configurado desde el centro gravitatorio de mí one-room-wonder domicilio (a.k.a. la cama doble) hoy, como siempre -diría Eros- sentí la necesidad de un ladrillazo en la cabeza. De esos capaces de dejarme un moretón bien grandote y notorio. Un trozo de arquitectura que se topara con mi grandotote cumulo de pelos y, a pesar de llegar con 5 años de delay (quizás la señal que soy le llegaba en diferido a la antena que suelo creer necesitar), sacudiera un poco la estantería de objetos pops que es, o peor aún, pretende limitarse a ser, mi miope y loopeada cefalea. Todo el día tildado con una nimiedad, con un comprarme tal cosa, puff, really boooooooooooooooring de escribir y de leer. No os preocupéis, no usare mucho de catarsis, al menos de esta calaña, a este lugar cableado donde acude poca gente. Cuando ya desistía y salía a comprar el objeto en cuestión mientras buscaba las llaves vi de pasada mi único tomito de Krazy & Ignatz (¡Hola, soy una historieta que salio hace como setenta años, quizás me recuerden por mi aparición en el número 2 de Historia de los Comics o mi edición local por parte de La Urraca bajo el nombre de Krazy Kat!). Me senté, en la esquina mirando de frente al monitor (donde el DC++, el coso con que me bajo comics me miraba malherido desde hace dos preocupantes días) y empeze a hojearlo. Ni lo leí. Lo hojee dos veces y me saque las zapatillas. Los oompa loompas que pasean por dentro de mí no daban descanso, querían de todas formas - bah, de la misma de siempre- hacer esa cosa que yo hago. Quizás la única. Y ahí estaba para mí el ladrillazo del historietista George Herriman, en pleno blanco y negro, lanzado por una catapulta/ratón llamada Ignatz contra el/la asexuada/o Krazy Kat. Proyectil que motivaría la frecuente encarcelación de Ignatz por el brazo, a veces ladrilleado, de la ley, el Offisa Pup. Pura acción y reacción. Adentro y afuera de mis manos. La adoración de K por I es inversamente proporcional al desprecio que este siente por su eterno blanco de tiro y ecuánime a la que OP siente por ella/él. Pero en el mundo de Herriman, ese amor desencontrado se convierte en una especie de capa de ozono que protege de los calores proporcionadas por un surrealismo concreto que jamás desborda los limites de la pagina, esos que esta historieta convierte en un universo. Pero la más importante función de esa capa de oz-ono es la reducir, por su intensidad y firmeza, lo que podría ser un meteorito de violencia, algo grotesco y bombástico y efectivo (esto no es malo, ni bueno, pero Herriman podría haber caído en ese lugar muy fácilmente, tenia todo al alcance de su bendita asistencia), en un certero, tierno, violento, magistral ladrillo en una nuca. Como esa trompada de Richie Tenenbaum, el exdeportista enamorado de su hermanastra en Los excéntricos Tenenbaums de Wes Anderson, le propicia a un vidrio al enterarse de las adulteras aventuras sexuales de su no-consanguínea, la gravedad que atrae a los ladrillazos de Ignatz, es la de esos amores/odios, tan felinos y planetarios ellos, que logran caer de pie aunque tengan siempre una tostada, con una pasión ya quemada y rasposa y difícil de digerir, detrás de sus espaldas. Ahí, a centímetros de donde debe pegar ese cascotazo que todos los juanmanueldominguezs en mi solemos necesitar. Herriman construyó con un solo ladrillo una Metrópolis voladora, un adoquín de algodón de azúcar, bien áspero y poco amable de masticar pero con la potencia de impacto humorístico, melancólico, lisérgico, apasionado, sólido, y, sobre todo, atómico para convertir en sombras a todos los males de mi mundo.

¡Se agranda y todo!¡Fa!

jueves, agosto 25, 2005

El mato a un policía motorizado

Hace un par de años, la editorial Marvel Comics (dueña de franquicias co-creadas por Stan “The Man” Lee como Spiderman, X-men, Hulk o el revamp del Capitán América) relanzó a muchos de esos atrapados entre el paréntesis de más arriba en una línea llamada Ultimate. Este sello era la versión 2.1 del universo Marvel “que todos conocemos”. Por “todos” tomamos a lo que la Real Academia definió por lelo a.k.a Geek (me pesifiqué por vos) y por “conocemos” a las historias de no vida que se sucedieron en el ficcional universo del héroe/ina en cuestión que proveen de logi©a interna, lo que los expertos llaman continuidad, a las millones de series por ellos protagonizadas (un ejemplo sería la ecuación: araña muerde a Peter + asesinato del tío Ben = Spiderman.En Ultimates el tío Ben es un neo hippie, “buena onda” como esos familiares que te hablan de Tarantino como si estuvieras en el 96, y así todo).

O sea aquello que ya habíamos leído -o no- volvía a comenzar pero con un hype de no creer, y con ciertos retoquecillos al original. Largaron con Ultimate Spiderman (titulo ameno si los hay, simpático a más no poder, muy autoconcientemente sentado al volante de ese motor conocido como “Con un gran poder viene una gran responsabilidad”) y Ultimate X-Men (También interesante aunque aplacando un poco el paralelismo entre minorías y mutantes y agigantando la secuencia “end of the world”, muy con olor a superproducción de más de 40 millones de dólares).


Bueno, toda esa intro era para hablar del nuevo sello de DC, la otra compañía gigante de historieta mainstream y dueña de Superman, Batman, Wonder Woman y así siguiendo con lista de todos los superamigos, llamado All Star, una espcie de Ultimate pero de DC. El primer título es All Star Batman & Robin The Boy Wonder, más allá del relanzar al batitipo (el que quiere tomarlo como metáfora béisbol bien, quien quiera tomarlo como metáfora intestinal también) el ganchillo de la cuestión es el equipo creativo encargado del asunto: el ya por todos conocido Frank Miller y un dibujante llamado Jim Lee, macroestrella para la doxa practicante del fanatismo por los hombres en calzas. Como verán por aquí nomás el arte de Lee es cuasi particular: muchas líneas por dibujo aunque todas ellas tienen alguna funcionalidad dentro del cuadro, la mayoria de sus seres son anatómicamente superestilizados en su sexualidad o en su fisico de charles Atlas, todo objeto no (meta) humano es exagerado (casi convertido en un outlet de art deco pero pasado por esteroides) y su narrativa es un poco exhibicionista, muy de preparar todo siempre para la splash page (esa compuesta por un solo dibujo, que uno ve y dije Uhhhhhhhhhh). Ahí esta el gran error de la cuestión, lo que hace que falle All star: la amalgama de esos dos universos. El argumento de Miller es canchero, el asesinato de los padres del futuro Robin se desarrolla de forma rápida y torpe, todo es arrastrado por las viñetas con esos eternos one-liners en primera persona (muchos son muy similares a otras frases dichas en otros trabajos de Miller como Sin City, Daredevil o Martha Washington Goes to War, lo cual pareciera intencional, un greatest hits de alguien que hace una década escribe, quizás sin saberlo, greatest hits de sus fascismos que usan el calzoncillo fuera del pantalón). Miller no muestra mucho de nada, la eterna voz en off arranca con Dick Grayson –Ricardo Tapia, para los catódicos practicantes- haciendo malabares aéreos junto a su familia. Después pasa Vicky Vale –Kim Basinger para los cinéfilos protestantes- preparándose para una cita con un tal Wayne en el circo donde labora Grayson y la familia. Later, el protagonico es de Wayne, que se encuentra admirando los talentos del niño acrobata –el obseso este piensa en alguien de 9 años como una idoneidad a reclutar en su batalla contra el "mal"- ve como Grayson se recibe de huérfano. Nada hasta ese momento excede la norma, todo es cordial y cronometrado, casi protocolar, y como era de esperarse, las palabras supraconcientes, aunque gastadas, de lo que es un superhéroe para Miller pelean con la poco autoconciente y grandilocuente puesta en escena de los encuadres de Lee. Aguas y aceites varios. Hasta que llega el momento en que aparece Batman, la hoja final. El Batimóvil atraviesa al medio un patrullero grassista que llevaba al futuro Robin a un bosque "para callarlo" y cuando pareciera va a tenderle la mano al niño para calmarlo, llega la mentada splash page y Batman, vale reconocer que esta dibujado muy al estilo de la milleriana El regreso del Caballero Nocturno, lo caza del cuello al mocoso Grayson y le clava algo así como “Has sido reclutado”. ¿Qué sucedió? Vimos algo inusitado para el mainstream de los comics, entre tanto lugar común de si mismo, este Batman/Miller asesina a un policía y trata bestialmente a un menor al que se le murieron los padres. Justo cuando uno esperaba el plano cenital con el abrazo paterno aparece esa imagen. Ahí esta lo admirable del asunto. Entre tanta violencia light, esta parece genuina no impostada, no como la "importante" violación de la moralista Identity Crisis -boom editorial del año pasado, un whodunnit mal narrado y resuelto como el culo-. Claro, Miller no llega a los extremos de gran comic, un poco gestual por cierto, que son los Ultimates (Capitán America, Thor y otros asemblados saliendo con estrellas de Hollywood, riéndose de Bush y mostrandole las tetas a Hulk para zafar). Pero logra que en algo que se supone es para un público nuevo como All StarBatman & Robin colar tamaña escena y ahi lo que agranda tal situacion no es tanto su destreza,bastante en duda hasta los issues por venir, sino su osadía. Semejante a una punción de lo que fue el gran nervio de Miller, esa escena taladra sobre la pulida y centelleante y seriota, no apta para gestos mugrosos como el de M -el comiquero negro- chapa del universo de superhéroes que lo rodea.

martes, agosto 23, 2005

¡Startling Dominguez introducing... Usagi Yojimbo!

Fast Foward con el único motivo de que como mínimo vean una fotín de un conejo samurai, creación del historietista Stan Sakai. Conejo que revive leyendas del medio evo oriental desde hace casi veinte años, protagonista de un comic casi único y encima es gomia de Las Tortugas Ninja.


Un re viu
Otro re viu
Site oficial de Usagi Yojimbo

Arcos dorados

Los comics, como verán estoy simio en loop con mi cup of tea, salen en América los días miércoles, y con una cosa parecida a la La Fuerza (yo no creo en Jedis, pero que los hay los hay) llamada DC++ me permite tenerlos en mi domicilio, en mi cpu por ser más específicos, sin tener siquiera que pedírselo a mi usurera comiquería . Claro, no puedo leerlos mientras defeco o si quiero leer desde la cama necesito un palo de escoba para pasar las páginas y un largavista para mi monitor pero dicen que algo es algo. La foto aquí presente, es el ecuánime geek al empleado del mes macdonaldiano pero tomando como índice temporal la semana y mi disfrute del tebeo.




Esteban Roberto Klarion, 12 años.










Si desean más datos comunicarse cono el man-ajer en la Oficina de Comments

¡A ver si vamos saliendo!

Bitácora del hombre antes conocido como Domínguez (ahora es Simplemente Domínguez) Día 1:
Hoy decidí llevar a cabo un proceso simple, común, ese pedo de cultura popular que todos alguna vez nos hemos tirado (sino en un ascensor, bajo las sabanas). El mentado suceso en cuestión, es lo que el común de aquellos que carecen de un apellido como Domínguez catalogan bajo el denominador de Top 5 (no confundir con Top House, una excelente marca poseída la cadena proto marzoquista de Coto que con sus costos más que accesibles ha calorificado y ventilado mi domicilio). Este acontecimiento responde a una suerte de multiple choice, como ese que llevan a cabo los flippers como Terminador 2 o Los Locos Adams donde anhelamos se nos premie –at least- con un Extra-ball (bola de más, para los no cipayos), más que a un “ay, ay, yo se como es todo en el mundo”. El tópico serán los tebeos. Establecidas las pautas, hete aquí la lista de fe:
Top 5 Comics a las 9:56 del 23/07/05:
5-W3 de Grant Morrison y Frank Quietly: Un post próximo a venir hablara más en detalle de esta belleza.
4-The adventures of Jimmy Corrigan The smartest kid on earth de Chris Ware. Ya fue, me parece solo escribire un poco de Batman.
3-Asterix de Rene Goscinny y Albert Uderzo. ¡Por Tutatis! Coming soon to your blog (Watch the trailer here).
2-Batman: Year One de Frank Miller y David Mazzucchelli: Lejos de Sin City y otras de sus obras consideradas cumbres, a esta hora me parece esta es la mejor historia del ahora conocidísimo por todos Frank Miller. Seca, canchera, rápida, Miller hace su apoteosis del héroe ochentoso (junto con Marv): todo suena a ya dicho, todo escena de violencia parecen sobras de un film de John Carpenter, Walter Hill o Paul Verhoeven, todo es cool a más no poder. Miller descubrió la forma de escribir al personaje más interesante que haya dado cualquier ficción: Batman.
1-El podio es triple, se que es hacer mula pero no puedo evitarlo (ah, y calculo escribiera de todo esto así que…¡para que gastar pólvora en chimangos!-By the way, saludos a Mango que quizás me este mirando-): The Spirit de Will Eisner / Krazy & Ignatz de George Herriman / Whatever happened to the man of tomorrow? de Alan Moore y Curt Swan.
Sip, ya se, me faltan muchos. As if…

lunes, agosto 22, 2005

Estoy?

Eso mismo.